Por Santo D. Banerjee
NUEVA YORK (IDN) – Las Naciones Unidas han perseguido el objetivo del desarme nuclear desde la adopción de la primera resolución de la Asamblea General en 1946. Pero conscientes de que los países que poseen armas nucleares tienen planes bien financiados y a largo plazo para modernizar sus arsenales nucleares, en 2013 la ONU declaró el 26 de setiembre como el Día Internacional de la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
Conmemorando ese Día con el telón de fondo de un entorno de seguridad mundial en deterioro y movilizando esfuerzos internacionales para lograr un mundo libre de armas nucleares, la Asamblea General convocó una reunión plenaria de alto nivel el 26 de setiembre en la ONU en Nueva York.
A lo largo del día, los jefes de Estado y de gobierno y altos funcionarios de más de 50 países, así como los Estados Observadores y la sociedad civil, tomaron la palabra para destacar las muchas formas en que las armas nucleares ponen en peligro a la humanidad, desde la modernización de los arsenales de grandes potencias al riesgo de una tecnología nuclear mortal al alcance de manos terroristas.
Uno de los oradores que se destacó con su pasión y persistencia en la búsqueda de un mundo libre de armas nucleares fue Kehkashan Basu, de 18 años, Embajadora de Jóvenes del Consejo Mundial del Futuro.
“Estoy creciendo en un mundo donde las fábricas producen submarinos Trident de $4 mil millones cada uno, mientras que en el mundo en vías de desarrollo 80.000 niños mueren cada día debido a la pobreza, la mayoría de los cuales podrían ser salvados con alimentos o medicamentos que cuestan menos de 1/10 del costo de un submarino Trident”, dijo.
Atrajo la atención de la Asamblea a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que las Naciones del mundo adoptaron en 2015 con programas concretos sobre la reducción de la pobreza y la protección del medio ambiente.
“Sin embargo, los gobiernos continúan socavando los progresos invirtiendo más en el ejército, incluidas las armas nucleares, que en el logro de los objetivos”, lamentó, reconociendo que para muchos países, las armas nucleares proporcionan una sensación de seguridad y tal vez desempeñan un papel en prevenir la guerra.
También hablando “en la búsqueda de hacer nuestro mundo más seguro, más justo y más equitativo”, en nombre del Premio Nobel de la Paz 2017, Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), Ray Acheson de Reaching Critical Will (Alcanzando Compromiso Crítico) declaró: “para nosotros, abolir las armas nucleares es prevenir la violencia y fomentar la paz “.
“Algunos dicen que esto es un sueño, que vivimos en un tiempo de incertidumbre y cambio, que no podemos o no debemos tratar de eliminar las armas nucleares ahora. Pero ¿cuándo no hay incertidumbre y cambio? Es la única constante en nuestro mundo “, señaló.
“La única manera segura de eliminar la amenaza que plantean las armas nucleares es eliminar las armas en sí mismas”, declaró Guterres en su discurso de apertura al debate de un día de duración en agosto de 2018, aparentemente conmovido por su visita a la ciudad japonesa de Nagasaki, escenario del segundo ataque nuclear el 9 de agosto de 1945 después de Hiroshima. Lamentablemente, el entorno de seguridad mundial se ha deteriorado, “haciendo más difíciles los progresos en el desarme nuclear, pero más importantes”, añadió.
Recordando el programa de desarme que lanzó en mayo de 2018, Guterres apeló a los Estados Unidos y a la Federación de Rusia, las dos naciones que, con mucho, poseen los mayores arsenales nucleares que ascienden a 13.800 ojivas, para extender por cinco años el nuevo Tratado sobre la reducción y limitación de las armas estratégicas ofensivas (START, por sus siglas en inglés) y para iniciar las conversaciones que conduzcan a nuevas reducciones de sus arsenales nucleares. Les instó también a que trabajaran para superar su disputa sobre el Tratado de las Fuerzas Nucleares.
“Es igualmente importante que todos los Estados poseedores de armas nucleares refuercen la norma contra el uso nuclear”, dijo Guterres, haciendo hincapié en la responsabilidad de los Estados de cumplir, al pie de la letra, sus obligaciones de no proliferación.
La ecuatoriana María Fernanda Espinosa Garcés, Presidenta del actual período de sesiones de la Asamblea General, inauguró la reunión diciendo que la eliminación de las armas nucleares “es probablemente el desafío existencial de nuestros tiempos”. Debe seguir siendo una prioridad para las Naciones Unidas, dijo, subrayando que la supervivencia de la humanidad depende de un acuerdo de la comunidad internacional en prohibir el uso de armas nucleares.
Refiriéndose a la adopción en julio de 2017 del Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, reconoció que algunos Estados miembros todavía tienen objeciones a ese instrumento. Pero dijo que tiene esperanzas de que las discusiones del 26 de setiembre influyan en sus opiniones, ya que el Tratado sigue abierto a la firma, y entrará en vigor una vez que sea ratificado por 50 Estados miembros.
Al describir las armas nucleares como un legado de la Guerra Fría, Aloysio Nunes Ferreira, Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, expresó preocupación por las ojivas nucleares en alerta alta, porque solo haría falta tocar un botón para desencadenar la devastación a una escala inimaginable. Según los expertos, una alarmante cantidad de 1800 ojivas nucleares estratégicas están en alerta alta en misiles balísticos terrestres y marinos, listos para lanzarse entre 5 y 15 minutos después de recibir la orden de lanzamiento.
Apelando a la Conferencia de revisión 2020 del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares (TNP, por sus siglas en inglés) para producir resultados tangibles, observó una declaración de los Estados miembros de la Agencia para la prohibición de las armas nucleares en América Latina y el Caribe, que marca el Día Internacional, exigiendo firmemente que las armas nucleares nunca vuelvan a ser usadas por nadie bajo ninguna circunstancia.
El primer ministro de Fiji, Josaia Voreqe Bainimarama, hizo eco de las opiniones de otros líderes del Pacífico para enfatizar las consecuencias humanas y medioambientales de más de 300 pruebas nucleares llevadas a cabo en la región desde la Segunda Guerra Mundial por las potencias lejanas que lo consideraban un lugar seguro para llevar a cabo explosiones.
El Ministro de Relaciones Exteriores de las Islas Marshall, John Silk, recordó la sombría historia de su país con la bomba atómica, destacando que las Naciones Unidas han hecho oídos sordos a las peticiones formales de su gobierno para poner fin a las pruebas.
De hecho, Estados Unidos continuó su programa, detonando un total de 67 bombas nucleares entre 1946 y 1958 en las Islas Marshall, dejando atrás graves consecuencias sanitarias que persisten hasta nuestros días. Expresó la esperanza de que finalmente las pruebas terminen y los Estados poseedores de armas nucleares reúnan esfuerzos para prohibir esas armas y librar al mundo de las bombas atómicas.
Tomoyuki Yoshida, Director general del Departamento de desarme, no proliferación y ciencia del Ministerio de Relaciones Exteriores del Japón, admitió lamentar que a pesar del objetivo común compartido de la comunidad internacional, aún existan en el mundo más de 15.000 ojivas nucleares.
Hablando en nombre del Grupo Africano, el Ministro de Asuntos Exteriores de Madagascar, Eloi Alphonse Maxime Dovo, dijo que el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares no socava el Tratado de no proliferación, sino que completa, complementa y fortalece el régimen de no proliferación con ese Tratado en sus cimientos. Hizo un llamamiento a todos los Estados miembros, especialmente a los Estados poseedores de armas nucleares y a los que se encuentran bajo el denominado “paraguas nuclear”, para que firmen y ratifiquen el acuerdo.
Sun Lei de la Misión Permanente de China ante la ONU dijo que su país siempre ha defendido la prohibición total y destrucción de las armas nucleares y se ha comprometido a no ser el primero en utilizar su propio arsenal nuclear ni amenazar con utilizarlo contra Estados sin armas nucleares o zonas libres de armas nucleares. Subrayando que la Conferencia de desarme en Ginebra es el único lugar apropiado para las negociaciones sobre la no proliferación y el desarme, pidió un enfoque pragmático y gradual hacia un mundo libre de armas nucleares.
Al transmitir la profunda preocupación del Movimiento por la falta de progresos entre los Estados poseedores de armas nucleares para reducir sus arsenales, el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza Montserrat, quien habló en nombre del Movimiento no alineado, pidió acciones tangibles y sistemáticas hacia la eliminación total de las armas nucleares, así como la aplicación urgente de la zona libre de armas nucleares en Oriente Medio.
Al asociarse con el Movimiento de los países no alineados, el Secretario de Relaciones Exteriores de la India, Vijay Keshav Gokhale, subrayó que el objetivo del desarme solo puede lograrse mediante un proceso paso a paso dentro de un marco multilateral acordado. Añadió que la India también apoya las negociaciones de la Conferencia de Desarme por un tratado de reducción de material fisionable.
El canciller federal de Austria, Sebastian Kurz, subrayó el papel destacado del país en la forja del Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, y dijo que el peligro de esas armas es mayor que nunca. Desde el final de la Guerra Fría, la conciencia sobre el peligro de la amenaza que plantean a la humanidad ha disminuido, lamentó.
Dr. Mashabane, Jefe de la Paz y la Seguridad Internacionales del Departamento de Relaciones Internacionales de Sudáfrica, dijo que el desarme, la no proliferación y el libramiento del mundo de las armas nucleares son políticas que su país apoyó desde su primera elección democrática en 1994.
La experiencia de Sudáfrica ha demostrado que ni la posesión ni la búsqueda de armas nucleares pueden mejorar la paz y la seguridad internacionales. “Las amenazas comunes solo pueden abordarse eficazmente mediante una cooperación internacional reforzada e instituciones sólidas que puedan responder a los problemas de seguridad colectiva”, dijo, añadiendo que Sudáfrica ratificaría en breve el Tratado sobre la prohibición de armas nucleares. [IDN-InDepthNews – 30 de setiembre de 2018]