Por: AD McKenzie.
PARÍS (IPS) – En cualquier debate sobre la paz mundial y el futuro de la humanidad, el tema de las armas nucleares debe abordarse, ahora.
Ese fue el mensaje de varios participantes en la conferencia “Imaginer la Paix / Imaginar la Paz”, celebrada en París del 22 al 24 de septiembre, y organizada por la Comunidad de Sant’Egidio, una organización cristiana fundada en Roma en 1968 y con sede en 70 países.
La comunidad, que describe sus principios como “oración, servicio a los pobres y trabajo por la paz”, ha organizado 38 reuniones internacionales multi-religiosas por la paz, en las que han participado activistas de todo el mundo. Esta es la primera vez que la conferencia se celebra en París, y cientos de personas han viajado a Francia, país poseedor de armas nucleares.
En un escenario en que los brutales conflictos están en curso en distintas regiones del planeta y la nueva estrategia de algunos países por “mejorar” su arsenal, la reunión tenía un sentido de urgencia, con el creciente temor de que los señores de la guerra pudieran utilizar armas nucleares. Los participantes destacaron las atrocidades actuales y pasadas y pidieron a los líderes mundiales que aprendieran del pasado.
“Después de Hiroshima y Nagasaki, hemos sido bendecidos con muchos que han dicho ‘no’-‘no’ un millón de veces, creando movimientos y tratados, además de conciencia… de que la única idea razonable que se puede aprender de la concepción y el uso de las armas nucleares es decir ‘no’ ”, afirmó Andrea Bartoli, presidente de la Fundación Sant’Egidio para la Paz y el Diálogo, con sede en Nueva York.
Al participar el lunes en un foro de conferencias titulado “Recordando Hiroshima y Nagasaki: imaginando un mundo sin armas nucleares”, Bartoli y otros oradores dibujaron crudas imágenes de lo que supone vivir en un mundo con armas nucleares y destacaron la evolución desde la Segunda Guerra Mundial.
“Luego del uso de las dos bombas contra Hiroshima y Nagasaki, el ser humano construyó más de 70.000 armas nucleares y realizó más de 2.000 pruebas. Todavía hoy tenemos más de 12.500, cada una de ellas con una potencia superior a las dos utilizadas en agosto de 1945”, dijo Bartoli.
A pesar de ser conscientes del potencial catastrófico de estas armas y de que un tratado de la ONU prohíbe su uso, algunos gobiernos sostienen que poseer armas nucleares es un elemento disuasorio, un argumento engañoso, según los ponentes del foro.
Jean-Marie Collin, director de ICAN (Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, un movimiento lanzado a principios de la década de 2000 en Australia y galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2017), afirmó que los líderes que aluden la disuasión “aceptan la posibilidad de violar” los derechos humanos internacionales.
“Las armas nucleares están diseñadas para destruir ciudades, además de matar y mutilar a poblaciones enteras, lo que significa que todos los presidentes y jefes de gobierno que implementan una política de defensa basada en la disuasión nuclear y que, por lo tanto, son responsables de dar esta orden, son conscientes de ello”, dijo Collin en el foro.
ICAN realizó campaña en favor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares que se adoptó en las Naciones Unidas en 2017 y que entró en vigor en 2021. La adopción se produjo casi cinco décadas después del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), que entró en vigor en 1970.
Anna Ikeda, Coordinadora del Programa de Desarme de la Oficina de la ONU de la Soka Gakkai Internacional. Crédito: AD McKenzie/IPS
Los términos del TNP consideran que cinco países son Estados poseedores de armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China. Además, otros cuatro países también poseen armas nucleares: India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.
Según un informe de la ICAN de 2024, estos nueve Estados gastaron conjuntamente 85.000 millones de euros (94.600 millones de dólares) en sus arsenales de armas atómicas el año pasado, un gasto que ICAN ha calificado de “obsceno” e “inaceptable”. Francia, cuyo presidente Emmanuel Macron habló sobre la paz en términos amplios y generales en la apertura de la conferencia, gastó alrededor de 5.300 millones de euros (unos 5.900 millones de dólares) en 2023 en sus armas nucleares, según el informe.
La política de “disuasión” y “reciprocidad”, que esencialmente significa “nos desharemos de nuestras armas si ustedes se deshacen de las suyas”, ha sido criticada por ICAN y otros activistas del desarme.
“Con el flujo constante de información, a menudo tendemos a perder de vista la realidad de las cifras”, dijo Collin en la conferencia de paz. “Espero que ésta capte su atención: se calcula que más de 38.000 niños murieron en los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Niños”.
Todos los que murieron -se calcula que 210.000 personas a finales de 1945- lo hicieron de forma horrible, como han atestiguado los supervivientes y otras personas. Los delegados dijeron que este conocimiento debería ser el verdadero “elemento disuasorio”.
En el foro, Anna Ikeda, coordinadora del programa de desarme de la Oficina de la ONU de la Soka Gakkai International, un movimiento budista mundial, describió el testimonio de una superviviente de la bomba atómica de Hiroshima, Reiko Yamada, como uno que nunca olvidaría.
“Ella (Yamada) declaró: ‘Una buena amiga mía del barrio estaba esperando a que su madre regresara a casa con sus cuatro hermanos y hermanas. Más tarde, me contó que el segundo día después del bombardeo, un bulto negro que se movía entró en la casa. Primero pensaron que era un perro negro, pero pronto se dieron cuenta de que era su madre; se desplomó y murió cuando por fin llegó junto a sus hijos. Incineraron su cuerpo en el patio”, relató Ikeda al público con emoción.
“¿Quién merece una muerte así? Nadie”, continuó. “Sin embargo, nuestro mundo sigue gastando miles de millones de dólares en el mantenimiento de nuestros arsenales nucleares, y nuestros dirigentes dan a entender en ocasiones que están dispuestos a utilizarlos. Es absolutamente inaceptable”.
Ikeda dijo que los supervivientes, conocidos como “hibakusha” en Japón, tienen una respuesta fundamental a por qué deben abolirse las armas nucleares: “nadie más debe sufrir nunca lo que nosotros sufrimos”.
INPS Japón/IPS Oficina de la ONU
Este artículo ha sido elaborado por IPS Noram, en colaboración con INPS Japón y Soka Gakkai Internacional, con estatus consultivo ante el ECOSOC de la ONU.